Caminas por una vereda y de pronto un desconocido te para y te dice que quiere ser tu amigo. Saca de su billetera una tarjeta de crédito de las mejores, dorada, a tu nombre. Te dice que no te preocupes, que los de cuenta llegan a su domicilio y él se ocupa de pagarlos.
Lo miras y no sabes qué decir. Él dice que comprende tu expresión, y te pide disculpas: es obvio que necesitas efectivo para moverte, así que te regala $100 más, y hasta $10 en monedas para el colectivo. Haces un paso atrás… lo miras…
Te parece demasiado bueno Para ser cierto ¡y le pegas un bollo brutal en el medio de la nariz, le rompes la tarjeta y los billetes en la cara y le tiras las monedas por la cabeza! Le gritas que nunca más se le ocurra engañarte porque lo vas a pasar por una máquina de picar carne. Cuando te desahogaste con todos los insultos posibles, te vas, después de pisarle bien el estómago.
Al día siguiente llega una carta de ese personaje diciéndote que está dispuesto a aceptar tus disculpas y que, si le pides perdón, todo lo que te había ofrecido es solo una pequeña parte de lo que quiere darte. ¡Él quiere ser tu Amigo! Totalmente asombrado te miras en el espejo y notas que sobre tu cabeza hay un enorme signo de interrogación tipo dibujito animado.
Probablemente digas que algo como esto pasa solo en las películas. Sin embargo, no…también pasa en la realidad, alguien quiere ser tu amigo, alguien que dio mucho más que una fantástica tarjeta de crédito.
Alguien llamado Dios Quiere ser tu amigo AL contrario de lo que muchos creen y te quieren hacer creer, Dios no es un ser extraño sentado en un enorme trono, empujando con su dedo las estrellas que cuelgan del techo de su palacio. Tampoco es un objeto, algo impersonal que se funde con todo lo que existe, `Dios´ es todo lo que existe y todo lo que existe e `Dios´. Por medio de Jesús, Dios procuró demostrarnos que nos ama y que quiere relacionarse con nosotros. Dios nos hizo a su imagen: él es una persona con deseos de relacionarse y por eso nos creó con la misma capacidad.
A él le encanta tener amigos. Nos creó para eso, y está realmente interesado en que seas su amigo.Lleva mucho tiempo buscándonos. A lo largo de la historia, Dios insistió en conquistar nuestra amistad, por medio de su amo , hasta entregó a su único hijo llamado Jesús; el cual también demostró amor hacia nosotros, brindando su amor al mundo, pero lo rechazaron, despreciaron y hasta lo mataron….
¿y que paso?. Su insistencia al amor hacia nosotros no pudo ni siquiera por la muerte. Se quitó el polvo de tres días de encima, salió de la tumba y echo una mirada a su alrededor, buscando a quién hacerse amigo. ¡Genial!
No ha existido y no existirá mayor amor que este; no hay mayor prueba de que Dios está super interesado en ofrecerte su amistad sincera.
Hubo un hombre que tenía cuatro hijos. Él quería que sus hijos aprendieran a no juzgar las cosas demasiado rápido.Así que los envió a cada uno de sus hijos para ir a ver un árbol de pera que se encontraba en un lugar muy lejano. A cada uno lo envió en una estación diferente. El primer hijo fue en el invierno, el segundo en la primavera,el tercero en verano y el hijo menor en el otoño. Cuando todos habían ido y regresado, los llamó para que le describieran lo que habían visto. El primer hijo dijo que el árbol era horrible, doblado y retorcido. El segundo hijo dijo que estaba cubierto con brotes verdes y lleno de promesas. El tercer hijo no estuvo de acuerdo y dijo que lo que había visto era un árbol cargado con flores que olían exquisitamente y que eran las más hermosas que había visto. El último hijo no estaba de acuerdo con ninguno de ellos, y dijo que el árbol estaba maduro, lleno de vida y cargado de frutas. El padre le explicó a sus hijos que todos ellos tenían razón porque cada uno había visto sólo una temporada en la vida de aquel árbol. Entonces les dijo que no se podía juzgar a un árbol, o una persona, sólo por una temporada. Que la esencia de quiénes son, y el placer, la alegría y el amor que provienen de la vida, sólo puede medirse al final, luego de que cada una de las estaciones haya estado presente. Si te rindes en el invierno, te perderás la promesa de su primavera, la belleza de su verano, y la entrega del otoño. No dejes que el dolor de una temporada destruya la alegría de todo el resto. No juzgues la vida por una temporada difícil. Persevera a través de las etapas difíciles pues con toda seguridad los tiempos mejores vendrán a tiempo. ¡Aspira a inspirar …. antes de vencerte! Simplemente vive, ama con generosidad, atiende con profundidad, habla con amabilidad y deja el resto a Dios. La felicidad conservará tu dulzura, Los juicios te fortalecerán, el dolor te mantendrá humano, los fracasos conservarán tu humildad, el éxito te hará crecer, pero solo Dios te hará continuar. Que Dios te bendiga y te proteja durante todas las estaciones de tu vida.
Participantes de Expres-arte
Agus, Nacho, Juli, Pame, Gastu, Dana, Jairo, Mik, Anto, Alan (C.C.El Granero), Ana, Eli, Eze, Mari, Roxy, Alex, Aye y Pachu (Rest. Corazones), Magui (C.C.El Encuentro)... sin Uds. Expres-arte, no hubiera sido posible...Grax..
Adolescentes...el mundo desconocido q debemos conocer- Gabriel Salcedo
En un pueblo indio, había un muchacho al que llamaban “el idiota”. Un visitante extranjero oyó hablar del chico y quiso averiguar el por qué.Un día, lo vio entre un grupito de gente, se acercó y observó. Algunos le enseñaban una moneda de 1 peso en una mano y una de 5 centavos en la otra, y le daban a elegir; el muchacho pensativo, acababa por elegir la moneda de 5 centavos y con ello causaba grandes risotadas a todos.“Ese es el idiota!”, decían provocando que varios, en el afán de reírse del muchacho, le continuaran poniendo las monedas, acabando siempre por la risa.El extranjero indignado, llamó al muchacho y le dijo: “¿Cómo consientes tanta burla? Cuando te ofrezcan las monedas, no seas tonto y elige la de 1 peso, que tiene más valor y evitarás que se burlen de ti”. El muchacho le contestó: “Señor, yo no soy idiota, si eligiera la moneda de 1 peso ganaría una vez, pero no provocaría risa ni afán de ofrecerme más monedas, mientras que eligiendo la de 5 centavos cada vez, he reunido muchísimo más dinero de 1 peso y ellos siempre tienen ganas de ofrecérmelas otra vez para reírse”. La apariencia del adolescente medio nos puede llevar por un camino equivocado. Podemos caratularlos de una manera que no nos permita conocerlos realmente y menos aún servirlos con excelencia.Descubramos, como el extranjero, quiénes son los adolescentes en verdad y no nos conformemos con decir “Déjalos, son adolescentes, no valen la pena”.
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